Hoy he cogido un taxi para desplazarme por el centro de Madrid y no he caido de mi asombro al ver lo que he visto y que os contaré al final.
De todos es sabido que hoy en dia los taxis, como el que me ha tocado hoy, tienen decenas de artilúgios instalados después de salir del concesionario.
Primero nos encontramos con el taxímetro, esa pantalla situada sobre el salpicadero con un cable mas gordo que mi dedo, que aparece por un agujerito que parece haber sido hecho con un sacacorchos (¡¡que pena de salpicadero!!).
Despues vemos en un lateral el típico soporte del telefono móvil y, por supuesto, un cable de alimentación conectado al mechero que atraviesa el cuadro de mandos del vehículo.
No puede faltar la emisora. En la zona donde el acompañante debería poner sus piernas, suele verse otro soporte mas que la sujeta y, como no, otro cablecito mas que, en esta ocasión, sube hasta el espejo retrovisor, que es donde la mayoría lleva colgado el micro.
Con la aparición del GPS, hace no mucho tiempo, salió a escena otro aparatito mas. En unas ocasiones son compactos y en otras, se trata de una PDA que se engancha a un receptor por Bluetooh. Pero en ambos casos, tenemos un cablecito mas de alimentación atravesando el habitáculo hasta llegar al mechero.
Por cierto, se me olvidaba decir que en el mechero suele haber un multiplicador de conexiones, es decir, de una conexión, sacamos cuatro. Y menos mal, porque si no existieran estos aparatos ya me imagino un entramado de cables enrollados en cista aislante que terminaría en una única conexion al único mechero despues de un empalmo seguramente chapucero. Los fabricantes de coche siguen diseñando solo una o dos conexiones en todo el coche).
Hasta aquí, parece normal, todos estamos acostumbrados a entrar en un táxi y ver tanto aparato y tanto cable desperdigado por ahí. Lo que no sé, es como el conductor es capaz de conducir entre ellos. Yo, me haría un lio y no sabría si meter una marcha con la palanca de cambios o tirar de alguno de los cables... quizas alguno tenga sorpresa... o quizas salgan caramelos del techo, como las piñatas de los cumpleaños de mi hija.
Pero lo que me ha dejado perplejo ha sido cuando, de repente, se ha parado la musica del radio-cd y he escuchado un sonido muy familiar... el timbre de llamada de Skype!!!!!!
Todavia no me lo creo, pero el taxista ha bajado la guantera del coche, ha cogido un auricular que estaba enganchado a un portatil pequeño (un Sony Vaio), se lo ha puesto en la oreja y ha empezado a hablar con su mujer!!!
Increible, pero cierto, ¿dentro de poco podremos pedir un taxi por e-mail?
Por supuesto, invadido por la curiosidad, he hablado con el taxista sobre el uso que le da al portatil en el taxi, pero eso, os lo cuento otro dia...
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Os deseo a todos,
